23 de julio, 2021

Empecemos por lo básico

La experiencia de cliente comienza siempre por lo básico: hagamos bien lo que se da por hecho.

Como ya comentamos en el anterior artículo sobre experiencia de cliente, hay muchos aspectos a tener en cuenta, pero lo mejor en todos los casos, es empezar por el principio. Y cuál es el principio: hacer bien lo que se da por hecho.

¿Qué queremos decir con esto? Para poder destacar por algo excepcional, o al menos por algo diferente, debemos siempre empezar por hacer bien lo que se entiende como algo mínimo. Estos son los puntos básicos que entendemos imprescindibles para comenzar a construir una experiencia positiva: 

 

Sonrisa y saludo: todo el personal debe ser educado y amable, una sonrisa siempre viene bien. Pregunta igualmente, sin ser invasivo, pero pregunta a tus clientes lo que puedes mejorar, lo que les gusta, o lo que les gustaría recibir.

Experiencia de cliente: Sonrisa y saludo

Higiene y orden: son dos aspectos imprescindibles. A todos nos gusta y nos sentimos más cómodos en un lugar limpio, sin malos olores, sin desorden… Parece algo muy básico, pero pensar en muchos establecimientos a los que hayáis ido recientemente, y seguro que recordáis alguno que no cumplía con lo mínimo en este sentido. ¿Volveréis?

Higiene y orden

Empieza por hacer pocas cosas pero bien: esperar a estar seguro de manejar la situación y poder ofrecer una calidad como mínimo aceptable antes de querer tener y tener. De nada te sirve ofrecer una extensa carta de platos, o de coctelería, si después no vas a poder cumplir con las expectativas. Es mejor empezar por una carta más reducida e ir asegurando que el servicio es muy satisfactorio.

Agilidad de servicio: no hay nada que más nos pueda incomodar que sentirnos mal atendidos. Esto no es que no se pueda esperar en un momento determinado, pero haz que esa espera sea lo más agradable posible. Saluda inicialmente y discúlpate si no vas a poder atender en ese momento al cliente, si la espera va a ser algo más larga, ten un detalle con esa mesa, discúlpate cuando se vayan a ir… es decir, todos entendemos que en un momento concreto puede haber un “atasco”, pero lo que no puede pasar es que la sensación sea como si no hubiéramos llegado o como si nos hubieran olvidado.

Agilidad en el servicio

Ambientación: decoración y música son dos aspectos que pueden influir muy positivamente en la experiencia de quienes visiten tu local. Pero igualmente, puede suceder todo lo contrario, que se sientan incómodos, que no les guste o les resulte molesto lo que perciben, y que por tanto el recuerdo sea negativo. Por tanto, preocúpate de cuidar estos dos puntos.

Experiencia de cliente: ambientación