Como ya comentamos en el anterior artículo sobre experiencia de cliente, hay muchos aspectos a tener en cuenta, pero lo mejor en todos los casos, es empezar por el principio. Y cuál es el principio: hacer bien lo que se da por hecho.
¿Qué queremos decir con esto? Para poder destacar por algo excepcional, o al menos por algo diferente, debemos siempre empezar por hacer bien lo que se entiende como algo mínimo. Estos son los puntos básicos que entendemos imprescindibles para comenzar a construir una experiencia positiva:
Sonrisa y saludo: todo el personal debe ser educado y amable, una sonrisa siempre viene bien. Pregunta igualmente, sin ser invasivo, pero pregunta a tus clientes lo que puedes mejorar, lo que les gusta, o lo que les gustaría recibir.