Hay quien piensa que el café es la bebida sinónimo de desayuno y para quién la sobremesa es la ocasión ideal para tomarla. Lo cierto es que esta bebida puede disfrutarse en muchos momentos diferentes y para cada uno de ellos hay un café perfecto: espresso, capuchino, con leche, cortado, descafeinado, bombón… En nuestro post te contamos cuáles son para que siempre aciertes con tu elección cafetera.
El café de la mañana
Cuando salimos de la cama y nos preparamos para afrontar el día, buscamos una inyección de energía que nos despeje y nos ponga a punto para cumplir con toda nuestra agenda. Para lograrlo, decántate por un espresso de variedades intensas. Si no te gusta el café solo, puedes hacerlo cortado, añadiéndole un poco de leche. La cafeína ayudará a tu sistema nervioso a estimularse y estar despejado y listo para las horas que tiene por delante.
La pausa del café
Este momento tan característico que se vive cada día a media mañana es perfecta para tomarse un café con leche con aroma y cuerpo. como cualquier tipo de la variedad arábica. En esta ocasión queremos mantener la concentración y la energía, pero no necesitamos que sea tan fuerte como al levantarnos de la cama. ¡Lo más importante es disfrutar del paréntesis para desconectar!
Después de comer, un café
Hay muchas personas que no conciben renunciar al café de después de comer: son dos conceptos inseparables. Depende de cómo nos encontremos de energía o si solo nos apetece un café como acompañamiento de un postre dulce, elegiremos un tipo u otro. Si quieres recargar las pilas, opta por un espresso o un cortado. Si te apetece endulzarte, elige un café con leche o incluso un café con algunas gotas de licor como un carajillo o un café irlandés. Y si temes que te afecte al sueño nocturno, pide un café descafeinado en cualquiera de sus formas. Sea como sea, la cafeína ayudará a tu estómago a hacer la digestión, así que es una bebida perfecta para este momento del día.
Un café a media tarde
A partir de la hora de comer es posible que te apetezca darte un gusto cafetero pero no quieras despertarte más de la cuenta y arriesgarte a tener problemas para conciliar el sueño después. Hay quien incluso lo disfruta después de haber cenado, como alternativa al clásico vaso de leche caliente antes de dormir. Para esta ocasión, son perfectos cafés especiales como el cappuccino o el mocca, en cuya preparación se utiliza una proporción menor de café. También puedes elegir cualquier tipo de café descafeinado y tomártelo solo, cortado o con leche, ¡como más te guste!
Aunque estas son algunas propuestas que te hacemos como expertos, lo cierto es que en lo relativo al café, como ocurre con todo, no hay nada escrito y es cuestión de gustos. Y también dependerá del día que tengas, no siempre te apetece lo mismo. ¿Cuántas veces tomas café a lo largo del día? ¿Qué café prefieres en cada ocasión? ¡Cuéntanoslo!