El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Según los datos de International Coffee Organization (ICO), entre 2020 y 2021 se consumieron a nivel mundial 166.346 cerca de 10 millones de kilos de café. De todas las personas que disfrutan del sabor y el aroma de esta popular bebida, muchas de ellas lo hacen eligiendo su versión sin cafeína. A veces no pueden hacerlo debido a su salud y otras prefieren hacerlo en determinados momentos, como a partir del mediodía o si ya han tomado demasiado café durante el día.
Seguro que tú también has tomado alguna vez un descafeinado, ya sea de sobre o de máquina pero, ¿te han contado cómo es el proceso por el cuál se elimina la cafeína de esta bebida? En Zona Barista te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre este tema.
Un descubrimiento accidental
Aunque en la actualidad, la descafeinización es un proceso estandarizado que puede llevarse a cabo mediante diferentes métodos, la primera vez que se llevó a cabo fue accidental. La ciudad alemana de Bremen lleva más de cuatro siglos ligada al mundo del café, y fue su puerto el punto de entrada principal de este producto a Europa.
Es aquí donde Ludwig Roselius, importador de café, descubrió cómo eliminar la cafeína de esta bebida al empaparse de agua de mar uno de sus cargamentos que llegaban en barco. Así, Ludwig comprobó que, a pesar de haber perdido gran parte de la cafeína, el café seguía conservando su aroma y sabor característicos.
Al darse cuenta de ello, ideó un método por el cual, al vaporizar con una solución salina los granos de café y después a otro compuesto químico, se lograba algo similar a lo que ocurrió por hacer. Así, en 1906 su empresa, la Kaffee-Handels-Aktiengesellschaft (Kaffee HAG), fue la primera de la historia en comercializar café descafeinado.
Métodos para descafeinar el café
Desde entonces hasta ahora, los métodos que se han utilizado en el proceso de eliminación de la cafeína han variado y se han ido actualizando y, hoy en día, existen diferentes formas de hacerlo. Pero, antes de continuar: ¿se utiliza un tipo de café en particular para crear el descafeinado? Por lo general se suele utilizar la variedad arábica, ya que es la que de forma natural contiene menos cafeína. De todas ellas, las que se obtienen en cultivo de altura son las que mejor conservan su sabor tras este proceso.
Método húmedo
Este primer método consiste en introducir los granos de café en agua natural, haciendo que se humedezcan. Mediante un proceso de ósmosis, la cafeína queda disuelta en el líquido y los granos se dejan secar en una corriente de aire. Una vez secos, ya están listos para envasar o tostar.
Método químico
Este método es similar al anterior, pero en lugar de en agua, los granos se sumergen en un disolvente químico que disuelve la cafeína. El más común es el cloruro de metileno o acetato de etilo, y al evaporarse a 40 grados, la Administración de Alimentos y Fármacos de EE.UU. determinó en 1985 que no es un proceso dañino para la salud. Cuando la cafeína se ha disuelto, se utiliza calor para evaporar la sustancia química y se lavan los granos de café para eliminarla por completo. Cuando están limpios, se secan en una corriente de aire como ocurría con el método anterior.
Método físico por presión
Por último, existe un método que utiliza la presión para eliminar la cafeína de los granos de café. En este caso, se someten los granos a una presión concreta de 275 atmósferas mientras se deja que el CO2 circule entre ellos, lo cual consigue que la cafeína se disuelva. Esta forma de descafeinar tiene un coste mayor que las dos anteriores, por lo que no se utiliza con tanta frecuencia y está asociada a cafés de alta calidad.
Como hemos podido ver, cada uno de los métodos para descafeinar el café tiene sus particularidades, pero gracias a todos ellos, los amantes de esta bebida pueden disfrutar de su sabor y aroma, quieran de la manera más auténtica posible, sin tener que recurrir a descafeinados solubles.